¿Cuál es la diferencia entre quilataje y kilataje?
Muchas veces parecerá que es la misma palabra escrita
de forma distinta, pero cada una tiene un significado distinto, sobre todo
dependiendo del metal del que se trate.
Cuando se habla de metales, se escribe kilataje con “K”, cuando se trata de
minerales como el diamante, se escribe con “Q”. Entonces el quilataje indica el
peso del mineral (diamante).
La diferencia principal entre ambos términos radica en que se
utilizan para definir distintas características de las piedras preciosas, una
de ellas es una unidad de peso, mientras que la otra es una unidad de pureza.
En todo caso, para que no existan malos entendidos, diremos que la única
palabra que prevalece es quilate, que puede distinguirse fácilmente en uno y
otro caso añadiendo su correspondiente abreviatura.
Qué es un quilate (ct)
Un quilate es una unidad de masa que se utiliza para pesar piedras y gemas preciosas. En su origen, el quilate representaba 1/140 parte de una onza, pero en la actualidad la unidad forma parte del sistema internacional de unidades, representando la quinta parte de un gramo. La abreviatura “ct” proviene del término francés “carat”.
Qué es un kilate (k)
Este sería el erróneamente conocido como kilate, que en su abreviatura mantiene la “k” debido al origen griego de la palabra, “katharótita”, que significa pureza. Se trata de una unidad que designa la pureza del oro y otros metales preciosos utilizados en joyería. La medida se divide en 24 unidades para el oro, siendo precisamente el oro de 24 quilates el puro, y rebajando a partir de ahí un porcentaje de la pureza con cada disminución de quilates.
Como ves, existe una diferencia importante a la hora de referirse a una joya según su valor en quilates (k) o en quilates (ct). De hecho, un anillo de oro que pese varios quilates pero que solo tenga en su composición 18 quilates, sería una joya de una calidad bastante mediocre. Por el contrario, un diamante que pese varios quilates será una joya única, puesto que el diamante es una piedra y no un metal que pueda rebajar su pureza mediante una aleación.